miércoles, 16 de marzo de 2011

UN PARTO INESPERADO

Mi parto fue totalmente inesperado, lleno de miedos, de incertidumbre y de pedirle a Dios que mi pequeño viviera y que no se lo llevara….
Me quedé embarazada en el primer mes de búsqueda, que alegría nos llevamos mi marido y yo, sobre todo porque 6 meses antes había perdido un embarazo de 11 semanas y bueno este nuevo embarazo nos llenó de ilusión.
El embarazo fue bastante bien, y el sábado 3 de noviembre de 2007, por la tarde manché un poco y por precaución fuimos a urgencia y nos dijeron que todo estaba bien. El domingo, a mediodía empecé con un dolorcito como de regla, más avanzado el día el dolor era más fuerte y además se me descompuso el cuerpo, tenía fatiga, diarrea….vaya un cuadro bueno….pensé que podía ser una gastroenteritis…….ya de noche, no podía dormir y me la pasé dando vueltas por la habitación,  pero lo curioso, es que en ningún momento pensé que podían ser contracciones, además todavía me faltaba 3 meses y medio, cómo iba a tener contracciones…..…bueno, me dieron las 5, las 6, las 7 de la mañana….ya estaba  con muchos dolores y llamo a mi marido y le digo que me lleve al hospital que no puedo más y que estoy asustada que no sé si esto es normal…..llegamos al hospital, son las 8 de la mañana cuando me pasan a la consulta, me atiende el mismo ginecólogo que me vio cuando perdí el otro embarazo, uffffff……me explora y me dice que está todo bien, que estoy muy nerviosa y que me relaje, yo en la camilla, rabiando de dolor….le digo, “que  no estoy nerviosa …..que tengo un dolor muy grande....” bueno, me dice “te voy a poner un relajante y un calmante y te vamos a hacer una analítica de orina por si el dolor es por infección”.

Me inyectan y me dicen que espere por el hospital como unas dos hora hasta que esté el resultado, la verdad es que se me pasa un poco el dolor, pero solo un poco, nos vamos a la cafetería del hospital y llamamos a un amigo que trabaja allí, estamos los tres sentados y a mi me vuelven los dolores pero  más fuertes, así me llevo hora y media, nos vamos a la consulta, yo ya casi no puedo ni andar, me tienen que ayudar, cada poco lo dolores fuertes…me agarro a donde puedo……Dios que me pasa pienso……uffffff……me empiezo a asustar de verdad, algo me dice que esto no va bien…..llegamos y me dicen que tengo que esperar…..mi marido se enfada….de pronto noto algo calentito bajarme por las piernas, me miro y es sangre…mi marido corre a llamar a la enfermera, por fin me atienden……otra vez en la camilla, me explora una ginecóloga y me dice “estás pariendo”…… “¿cómo que estoy pariendo? si hace hora y media me han dicho que todo estaba normal, además todavía me falta mucho….” Y me dice “ese es el problema, hija, que te falta mucho y es probable que el bebé no sobreviva…”y me dejan sola en la camilla sin fuerzas ni para levantarme, me dan una bata para que me la ponga, y por momento no siento nada……al rato llega mi marido y le dicen lo que pasa……a mi me llevan para dentro y me ponen algo para intentar parar las contracciones y otro relajante y una inyección para la maduración pulmonar del bebé…….

Al cabo de unas horas, no sé cuantas, porque perdí la noción del tiempo, me dicen que las contracciones se han parado y que me van a llevar a la habitación donde está mi marido  y mis padres esperando, ya era por la tarde,  que desesperación…..pero la noche la paso bien, tranquila, la mañana del martes, también bien sin contracciones, solo con el miedo y la incertidumbre de no saber qué será de mi bebe si nace ya, me vuelven a pinchar para la maduración pulmonar, no veas lo que pica esa inyección, el ginecólogo de la planta me prohíbe moverme, todo lo tengo que hacer en la cama, uffffff…… bueno llega la noche del martes y aquí vuelven las molestias, no muy fuertes pero constantes y muchas ganas de orinar, cada 10 minutos…”niño la chata” así toda la noche.

No puedo dormir, tengo un presentimiento, me llevo toda la noche acariciándome la barriga (bueno la poquita que tenia) y hablándole a Isaac, le dije que presentía que se estaba acercando el momento, que fuera fuerte y que yo estaba aquí para ayudarle, pero que una vez fuera era él el que tenía que luchar por vivir, que por favor lo intentara porque yo lo estaba esperando, que sabía que el camino iba a ser muy duro pero no imposible y que yo iba a estar allí a su lado, luchando con él, y que por favor no me dejara con los brazos vacios…….

A las 6 de la mañana los dolores son más fuertes, llamamos a la enfermera, y me pone más medicación, se me calma un poco y hasta duermo algo….pero a las 8 dijo hasta aquí hemos llegado y empezamos otra vez, esta vez los dolores eran más intensos…me llevan a monitores y yo por los pasillos retorcida de dolor en la cama….no sabia a donde agarrarme, a ese quicio mismo me agarro y freno hasta la cama, el celador “¿chiquilla qué haces?…que te vas a caer de la cama….venga que ya llegamos”…….me empiezan a monitorizar, yo con los dolores fuerte fuerte, pierdo un poco los papeles  y sobre todo porque nadie me echa cuenta,  además tenía unas ganas enorme de hacer pis y yo “tengo ganas de hacer pis….traerme una chata por favor…..que me lo hago encima……” y como si le hablara a la pared, al final me traen la chata, me la quito y con ella en la mano me viene otra contracción con ganas de empujar, y yo “ay que alguien coja la chata, que la tiro, por Dios que la tiro…..” que sensación de soledad, de miedo, de frustración me embargó de pronto y unas ganas muy grandes de llorar pero me contengo…..

A esto que llega la matrona y dice ¿qué pasa por aquí?, me explora y dice “que tiene aquí la cabecita…..a paritorio ya….llamar al marido….”. La verdad que siento alivio, porque en ese momento, pienso que para bien o mal, dentro de poco todo esto habrá acabado.

El parto en sí fue rápido, 3 empujones y ya está. Pesó 800 gramos, como para no salir rápido. La matrona muy amable y respetuosa, me ayudo mucho y me dio mucha confianza.  En el segundo empujón salió la cabecita y en el tercero el resto del cuerpo, no olvidaré nunca esa sensación de vacío y alivio a la vez…..rápidamente lo coge el pediatra y lo pone en una camilla cerca de mí, pero no puedo verlo, solo veo el ajetreo que tienen con el niño, y pregunto qué porqué no llora, si está vivo, cómo está, no lo escucho…….le digo al pediatra, entre lágrimas, que por favor lo ayude, que haga todo lo que pueda por salvarlo…..y a esto se escucha un gemidito como el de un gatito chico….la matrona me dice ves Isabel, tu hijo te ha contestado…..!!ay mi niño!!…..se lo llevan para la UCIN pero antes me lo enseñan….que  pequeñito es Dios mío…..le dije: “Isaac recuerda lo que mamá te dijo anoche, te quiero”. 


 Eran las 9.25h de la mañana  del miércoles 7 de noviembre y hasta la 13.30h no pude ir a verlo a la UCIN, me impresionó mucho verlo allí metido, lleno de cables, intubado, ……ufffff…..el pobre y con un largo camino de lucha por sobrevivir…..los tres meses de UCIN fueron muy duros…






También fue duro dejar el hospital y volver a casa sin él, el viernes por la mañana me dieron el alta y salí del hospital con los maletines de “Mi bebe y Yo”, y algunos regalos que dan el hospital, pero sin mi bebé, se me partía el alma a medida que el coche se alejaba, y al llegar a casa sin él, sabiendo que está allí solo, sin su mamá….fueron días durillos...me sentía muy culpable, que le había fallado …..lo único que me quedaba era alimentarlo con mi leche, eso era lo único que podía hacer por él y lo conseguí…
Una vivencia que nunca olvidaré.

1 comentario:

  1. Lo has descrito de una manera que casi casi se vive! qué duro imaginarse esos 3 meses...

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